jueves, 23 de abril de 2009

Analizame 10 - Nunca mas

Nora - ¿Cómo estás?

Yo - Muy movilizada, ayer fui al acto en plaza de mayo por el 24 de marzo ’. Fue mucho… gritar “presente” por todas esas personas desaparecidas es muy fuerte… me hizo pensar demasiado, más que nada en mi generación… ¿Qué pensás Nora de mi generación?

Nora- ¿En qué sentido?

Yo - Generacional…

Nora- Mejor contame qué pensás vos,

Yo- A ver… como generación, estructuralmente somos contradictorios, nacimos en un contexto de dictadura y crecimos en un escenario democrático. La mayoría de nuestros padres nos inculcaron la importancia de la libertad y sin embargo su miedo a lo externo y a lo nuevo no los dejó permitirnos volar más alto… Somos hijos del “no lo hagas, no preguntes, no toques y no te metas”… No me olvido más Nora del día que la democracia empezó a hacer sentido en Argentina, yo era muy chiquita, pero en mi casa me explicaron que lo que estaba pasando era muy importante, un gran cambio, sin embargo esa libertad que la mayoría de los hogares festejamos, no fue tan real en la vida cotidiana ¿por qué? Por el miedo inconsciente que nuestros padres llevaban en su cabeza, por toda la bajada de línea que vivieron en su juventud.

Nora - ¿Que no les perdonás a tus papás?

Yo - A mi papá no. A mi mamá. A ella la superó el miedo en genral. Era una mina que podía haber pensado más y entender la vida desde un lugar distinto, desde un lugar feliz, sin embargo tenia tanto miedo a la vida en si que sufría... La paralizó el miedo, no la dejó actuar, no la dejó gritar y ¿sabés que? Me da mucha bronca, estoy muy enojada con ella.

Nora- …

Yo - ¿Sabés que pasa? Su capacidad intelectual realmente era buena, pero su miedo era tan fuerte que la anulaba y discursivamente si bien se expresaba, en la práctica quedaba anulada, no se animaba… y lo peor… me contagiaba su miedo. Me educó bajo parámetros de “hacé las cosas bien” pero nunca de “hacé lo que sientas” no me dio la libertad emocional para gritar, equivocarme, poder mandar a la mierda a alguien.

Nora - Estás siendo muy dura y a la vez muy extrema, de hecho salvando las distancias, estás acusando siendo tan extrema como lo que criticas de esa época. Ecuchate: “ Era esto, era aquello, no hizo esto, no me dejo hacer lo demás…”

(Me la quedo mirando)

Yo - ¿Y cómo mierda grito entonces?
Nora - Tenés dos opciones, armar tu teoría y de forma discursiva decir , decir y no parar de decir… o… algo más vinculado a una lucha en la práctica.

Yo – (Me rio) Algo así como Marx Vs. Hegel

Nora - Exacto, la revolución se hace en la práctica y eso lo sabés perfectamente. El cambio está en vos, ese grito de “presente” que nombraste al principio de nuestra charla, esta en cada uno de tus días, la decisión porque tu vida cambie esta de tu lado y no de señalar con el dedo a alguien que hizo lo que pudo, que enfrentó su vida cómo pudo. ¿Quién sos vos para juzgar? Juzgá tu vida primero, cambiala después y finalmente si decí todo lo que quieras…

(Me quedo pensando)

Yo - Tenés razón…

Nora - No, vos tenés la oportunidad de cambiar que es distinto. Vos hoy tenés la oportunidad de decir “presente”.

Yo - Si, hoy más que nunca, “Nunca más” a todo eso que me molestó y que me hizo mal.

Nora - Entonces ¡Hasta la victoria siempre compañera!