Analizame 44 - Manejalo - Manejate

YO - Hola… disculpá se me hizo re tarde

Nora - Hola, no te preocupes son 5 minutos, tampoco es tanto tiempo.

YO - Si… igual, está semana no gano para sustos… Estoy agitada porque vine corriendo, venía en un taxi y el taxista se empezó a putear con otro auto, no me gustó la situación y me bajé… Es raro, en lo que va de la semana ya me baje de tres autos.

Nora - ¿De tres taxis?

YO - No, de dos taxis y del auto de un amigo… Me molesta mucho cuando la gente maneja para el orto o cuando pasan situaciones de mierda.

Nora - ¿Qué paso en estos tres autos? Uno fue el taxista pelador ¿y los otros dos?

YO - El otro taxista era un pelotudo que mientras manejaba hablaba por celular, un peligro y después estaba en el auto de un amigo que se estaba haciendo el boludo cuando volvíamos del boliche, estaba manejando rápido, me re enojé y le pedí que parara el auto, me bajé lo putee y me fui.

Nora - En todas estas situaciones quedaste a mitad de camino por lo que veo…

YO - Si, una cagada, porque al bajarme me quedé tranquila, pero después en el caso del auto de mi amigo tuve que volver caminando a mi casa, como 30 cuadras porque no tenía más plata, con un frío de cagarse, hoy bajándome del taxi tuve que venir corriendo porque no pasaba ninguno y los otros días cuando el flaco hablaba por celular estaba en un barrio de mierda que pensé que me iban a afanar…

Nora - Y sí, quedarse a mitad de camino implica un contratiempo con respecto a la llegada a destino…

YO - Si… ahora que hablás de llegadas quería contarte que me quedé pensando lo que hablamos la vez anterior, esto que me preguntaste para dónde quería ir o volver y por qué tenía miedo de hacerlo sola… lo pensé mucho, pero no le encontré la vuelta…

Nora - Por mi parte creo que está muy relacionado a esto que estamos hablando… subirse a un auto implica un viaje y todo viaje concluye con una llegada… tu sueño con el aeropuerto con sensación de hospital está muy vinculado a esto que contás, el aeropuerto es el lugar para desplazarse, vas al aeropuerto cuando querés viajar (o esperar o despedir gente), el hospital está vinculado con la salud y ambos están vinculados con las pérdidas y con las llegadas… ¿Por qué razón te bajaste de estos tres autos?

YO - Porque sentí que el viaje podía terminar mal… senti que mi amigo podía chocar, que el taxista con el celular también…

Nora - ¿Y este último auto?

YO - Sentí que era un pelotudo, que se estaba peleando con alguien que no sabía quién era y que yo era vulnerable en esa situación…

Nora - Podemos decir entonces que en los tres casos sentiste que “no manejabas” la situación, por eso te bajaste.

YO - Si…

Nora - ¿Y en el caso del aeropuerto y el hospital que sentiste?

YO - Algo parecido a lo que sentí en este último taxi, me sentí vulnerable, sentí que no elegimos cuando nos vamos y cuando volvemos… sentí que las cosas no están en nuestras manos… me sentí muy chica… sentí que no tengo el poder… siento que no tengo poder, que cada día las situaciones me superan entonces no sé como afrontarlas…

Nora - Algo así como “¡Paren el auto que me quiero bajar!”

YO - ¡Exacto!

Nora - Y te bajás, lo notás ¿no?

YO - Si me bajo pero la paso para la mierda…

Nora - Pero te bajás…

YO - ¡Si, me bajo sola Nora, pero nadie se baja conmigo!

Nora - ¡Bienvenida SOLEDAD! ¡Un aplauso! ¡Ahí apareció la nenita del sueño de la sesión pasada!

YO - …

Nora - Creo que es hora que hagas un viaje sola…

YO - Nora ya hice viajes sola… no le veo sentido…

Nora - ¿Si?

YO - ¡Si Nora me fui al sur varias veces sola!

Nora - Ah… si, te fuiste sola de vacaciones… si lo recuerdo…

YO - No le veo sentido…

Nora - Claro, pero no me entendés… No te digo que te vayas de vacaciones, te digo que agarres el auto y te vayas para algún lado suburbano y después vuelvas, en el día o al otro día…

YO - ¡Ah! Le tendría que pedir a alguien que me acompañe entonces…

Nora - ¿Por?

YO - Porque no se manejar Nora…

Se ríe y yo me siento como la más pelotuda.

Nora - Entonces es hora que aprendas, salvo que quieras seguir dependiendo de los demás…

YO - No tengo ganas de aprender a manejar…

Nora - Bueno, evidentemente tenés ganas que “otro” “maneje”… es muy cómodo sentarse en el asiento y dejar que otro elija qué camino tomar y si maneja para el orto putearlo y bajarse… Las llegadas y las partidas dependen mucho de lo que hay en el exterior, pero también dependen de uno… podés subirte a un auto y que te lleven, como también podés llegar por vos misma… Manejar un auto no te va a cambiar la vida, pero te puedo asegurar que simbólicamente te va a modificar algunas percepciones que estás teniendo, vinculadas a la soledad y a las decisiones... El que maneja al fin y al cabo es el que elige, es el que tiene el poder de elegir qué recorrido hacer y cual no.



La sesión terminó y a los días empecé mi curso de manejo… fue terrible y hermosa la sensación de controlar el auto, fue gracioso cuando al terminar una de las clases mi profesor me dijo: “Noto que tocas mucho el freno (más de lo habitual) y también veo que te mareas mucho con los cambios, tranquila, una vez que te acostumbres vas a ver que no vas a tener ningún problema”.

Si, “los cambios” y “tratar de no frenar” me cuestan un poquito.


Banda sonora de este capítulo: http://www.youtube.com/watch?v=8Ts2U1mkfz4

Analizame 43 - Llegadas y Partidas

YO – Hoy quiero hablar de algo en particular, tuve un sueño bastante de mierda que me gustaría hablar con vos, creo que hay mucho en eso que soñé.

Nora - Bueno, contame

YO- Lo que me hizo mucho ruido es que me desperté muy triste, hasta creo que lloré… La cosa fue así, yo estaba en un aeropuerto, sola, esperando a subirme a un avión, por lo que recuerdo ya había dejado mi valija y todavía no estaba en la sala de embarque, sino que estaba adentro, pero donde están todos y lo que me pasaba era que me quedaba mirando lo que sucedía.

Nora - ¿Qué pasaba?

YO- No sé, era una mezcla muy rara… había mucha gente… estaban los que se despedían y lloraban, los que se iban sin pena ni gloria, los que volvían y se reían, los que volvían y se reencontraban con su gente… raro… además había una nena cerca mío que se iba corriendo de un lado al otro y la mamá la llamaba porque se iba.

Nora - ¿Vos que hacías?

YO - Miraba todo, esperaba, lo que pasa es que el lugar era extraño, porque de fachada era un aeropuerto, pero en realidad tenia como sensación a otra cosa.

Nora - ¿A un hospital?

Dijo “hospital” y me dejó helada

YO - ¡Si! Ahora que lo decís si, era la sensación a hospital, pero no había nadie enfermo, era un aeropuerto, pero la sensación era de hospital…

Nora - ¿Sensación en qué sentido?

YO – ¿Nunca fuiste a un hospital y saliste contenta o triste?

Nora - ¿En qué situaciones fuiste a un hospital y saliste triste y contenta?

YO – Por ejemplo salí contenta las veces que nació alguien allegado a mí, o que fui preocupada por algo y después no era nada…

Nora - ¿Y cuándo saliste triste?

YO - Salí triste las veces que se murió alguien o que recibí noticias que no estaban buenas…

Nora - Bueno, podríamos hablar de llegadas y partidas entonces…

Me la quedo mirando

Nora - Si, los nacimientos son esas llegadas que la mayoría de las veces traen alegrías, son esas llegadas esperadas, luego de nueve meses es lo que viene, es ahí en donde está la familia esperando, por otro lado están esas llegadas emocionantes, por ejemplo luego de un vuelo de mucha turbulencia o después de alguna operación importante… y después están las partidas, aquellos que se van…

Me quedo callada

Nora - Si mal no entendí había una nena en el sueño que corría de un lado para el otro y la mamá la llamaba ¿no?

Yo - Si…

Nora - ¿Cómo la llamaba?

YO - Por el nombre…

Nora - ¿Y el nombre era?

Lo susurro

YO - Soledad

Se ríe (como yegua que es)

Nora -¡SOLEDAD! ¡Pero decilo fuerte! ¡Se llamaba Soledad! ¡SOLEDAD! ¡Decilo!

YO - Soledad…

Nora -¡Más fuerte!

YO - ¡SOLEDAD!

Nora - Bien… ahora yo te pregunto ¿de dónde querés volver o adónde te querés ir y por qué tenés miedo de hacerlo sola?


Obviamente no le pude contestar.
Supongo que entonces esta historia continuará.